04/08//2009 - Clarín
LA OPOSICIÓN RECHAZA UNA JUGADA PARA NO REVISAR LAS RETENCIONES
El tema se discute en la Cámara de Diputados y tiene que definirse antes del 24 de agosto. En esa fecha vence la prórroga de las facultades delegadas al Ejecutivo, que incluye las retenciones. El campo y la oposición quieren bajarlas.
A través de una pirueta legislativa, el Gobierno pretende que se ratifiquen las retenciones al agro en los niveles vigentes y solo accedería a darle participación al Congreso para decidir en el futuro eventuales aumentos en las alícuotas. La propuesta, que ya estaba siendo considerada por el bloque de diputados oficialistas, quedó formalizada ayer durante la reunión que el titular de la bancada, Agustín Rossi, mantuvo en Olivos con la presidencia Cristina Kirchner y el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández. Los principales bloques de la oposición rechazaron la iniciativa y coincidieron en la necesidad de que el Parlamento recupere las facultades de intervenir en la fijación de los derechos de exportación. Aunque plantean alternativas diferentes. El campo presiona para que impulsen una baja inmediata de las retenciones a los granos, pero no todos están de acuerdo.
El oficialismo tiene urgencia para que se trate el proyecto, porque el 24 de agosto vence la prórroga de la legislación delegada al Poder Ejecutivo, que suma más de 1900 normas y entre las que se encuentran las claúsulas del Código Aduanero que lo habilitan a establecer las retenciones. La discusión quedó trabada la semana pasada en la Comisión de Asuntos Constitucionales de la Cámara baja, que volvería a reunirse mañana, antes de someter el proyecto a votación el miércoles de la semana próxima, con tiempo justo para que lo trate el Senado. Como el kirchnerismo no puede garantizar la aprobación de su propuesta por sí solo, a causa del drenaje en sus filas tras la derrota en las elecciones del 28 de junio, lanzó una agresiva estrategia de negociación para sumar aliados. Por un lado, apuesta a contener a los 22 que mantuvo como socios aún cuando otros se fueron alejando tras la confrontación con el campo. Pero el operativo de seducción más ambicioso es el que emprendió con dos bloques opositores de centroizquierda, que ya acompañaron al Gobierno en algunos proyectos clave -como la reestatizción de Aerolíneas y de las jubilaciones privadas.
Se trata de diez diputados encuadrados en el SI -un desprendimiento del ARI- y en Proyecto Sur -la fuerza que encabezó Pino Solanas en los últimos comicios porteños-, que aceptaron sentarse anoche a negociar con dos emisarias del bloque K para acercar posiciones. Las condiciones que le imponen al oficialismo es que acceda a acortar de 1 año a seis meses la prórroga que propone para las facultades delegadas y que se acepte que el Parlamento fije lineamientos para la aplicación de retenciones, aunque sin quitarle esa atribución al Ejecutivo. Esos votos podrían darle la llave al oficialismo para alcanzar el preciado quórum de 129 y así avanzar en su propósito, ya que los 110 votos propios (el presidente de la Cámara no vota) no los tiene del todo asegurados y tampoco los de los aliados habituales. Al salir de Olivos, Rossi defendió la prórroga de las facultades delegadas "para que una comisión analice cuáles mantener y cuales no". Y aceptó un trato especial para las retenciones. Pero restringido a la mirada parcial del Gobierno.
El tema se discute en la Cámara de Diputados y tiene que definirse antes del 24 de agosto. En esa fecha vence la prórroga de las facultades delegadas al Ejecutivo, que incluye las retenciones. El campo y la oposición quieren bajarlas.
A través de una pirueta legislativa, el Gobierno pretende que se ratifiquen las retenciones al agro en los niveles vigentes y solo accedería a darle participación al Congreso para decidir en el futuro eventuales aumentos en las alícuotas. La propuesta, que ya estaba siendo considerada por el bloque de diputados oficialistas, quedó formalizada ayer durante la reunión que el titular de la bancada, Agustín Rossi, mantuvo en Olivos con la presidencia Cristina Kirchner y el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández. Los principales bloques de la oposición rechazaron la iniciativa y coincidieron en la necesidad de que el Parlamento recupere las facultades de intervenir en la fijación de los derechos de exportación. Aunque plantean alternativas diferentes. El campo presiona para que impulsen una baja inmediata de las retenciones a los granos, pero no todos están de acuerdo.
El oficialismo tiene urgencia para que se trate el proyecto, porque el 24 de agosto vence la prórroga de la legislación delegada al Poder Ejecutivo, que suma más de 1900 normas y entre las que se encuentran las claúsulas del Código Aduanero que lo habilitan a establecer las retenciones. La discusión quedó trabada la semana pasada en la Comisión de Asuntos Constitucionales de la Cámara baja, que volvería a reunirse mañana, antes de someter el proyecto a votación el miércoles de la semana próxima, con tiempo justo para que lo trate el Senado. Como el kirchnerismo no puede garantizar la aprobación de su propuesta por sí solo, a causa del drenaje en sus filas tras la derrota en las elecciones del 28 de junio, lanzó una agresiva estrategia de negociación para sumar aliados. Por un lado, apuesta a contener a los 22 que mantuvo como socios aún cuando otros se fueron alejando tras la confrontación con el campo. Pero el operativo de seducción más ambicioso es el que emprendió con dos bloques opositores de centroizquierda, que ya acompañaron al Gobierno en algunos proyectos clave -como la reestatizción de Aerolíneas y de las jubilaciones privadas.
Se trata de diez diputados encuadrados en el SI -un desprendimiento del ARI- y en Proyecto Sur -la fuerza que encabezó Pino Solanas en los últimos comicios porteños-, que aceptaron sentarse anoche a negociar con dos emisarias del bloque K para acercar posiciones. Las condiciones que le imponen al oficialismo es que acceda a acortar de 1 año a seis meses la prórroga que propone para las facultades delegadas y que se acepte que el Parlamento fije lineamientos para la aplicación de retenciones, aunque sin quitarle esa atribución al Ejecutivo. Esos votos podrían darle la llave al oficialismo para alcanzar el preciado quórum de 129 y así avanzar en su propósito, ya que los 110 votos propios (el presidente de la Cámara no vota) no los tiene del todo asegurados y tampoco los de los aliados habituales. Al salir de Olivos, Rossi defendió la prórroga de las facultades delegadas "para que una comisión analice cuáles mantener y cuales no". Y aceptó un trato especial para las retenciones. Pero restringido a la mirada parcial del Gobierno.
No hay comentarios:
Publicar un comentario