domingo, 1 de marzo de 2009

Entrevista en La Nación: “Tengo derecho a ser candidato”.

Luego de diez días de silencio, el jefe del bloque de diputados bonaerenses de Pro rompe el silencio. En una entrevista con LA NACION relativiza los rumores sobre un supuesto video que lo perjudicaría, y defiende su lugar en la confluencia que su primo, el jefe de Gobierno, Mauricio Macri, armó con Felipe Solá y Francisco de Narváez para los comicios legislativos de octubre próximo

-¿Pidió licencia para resguardar a Mauricio Macri por la supuesta existencia de videos o documentación que podrían perjudicarlo personal y políticamente?
-No. Y toda forma de amenaza que tuve hasta ahora la llevé a la Justicia. Esos son rumores que hace mucho que circulan. No es nuevo.

-¿La salida de la presidencia del Pro bonaerense es un paso al costado para que Mauricio Macri pueda armar el espacio duhaldista?
-No. Es un cambio de roles, pero no con ese objetivo. Trabajé mucho por este acuerdo que se está gestando. Estoy contento, fui exitoso junto con otros que ayudaron para esa foto de Mauricio con Felipe (Solá)y Francisco (De Narváez) y ahora tengo un rol distinto. A veces toca hacerlo en primera persona y a veces se hace en equipo. Nada más.

-Desde lo periodístico se ve distinto: quien trabajó para alcanzar ese acuerdo fue sacado del medio.
-Hay muchos otros que trabajaron para esa foto y que no estuvieron en esa foto.

-Tampoco pidieron licencia a sus cargos partidarios.
-No. Pero la licencia tiene que ver con razones personales. Hace mucho que no me tomaba vacaciones. Me operé hace poco tiempo. Bajé 18 kilos, eso debilita. Y desde la política llego con un desgaste del trabajo realizado. Llevar adelante objetivos tan grandes como estos no siempre son gratis para uno.

-¿Como se gestó su pedido de licencia?
-Me junté con Mauricio. Hicimos un buen balance de lo que habíamos logrado y de lo que el Pro de la provincia había logrado y un análisis de lo que hay para adelante y en ese análisis mi propuesta fue que lo mejor era que me tomara una licencia y que la posta la tomara Néstor (Grindetti), que es el vicepresidente que estaba conmigo. No hay un golpe de estado en el Pro de la provincia. Tengo que seguir siendo diputado, tengo que seguir dando una mano en los distritos. Hay que desdramatizar.

-¿Qué tiene Pro y qué tienen Solá y De Narváez en la provincia de Buenos Aires?
-Sé qué tiene el Pro, no tengo en claro qué tienen ellos. Pero hay algo muy valioso: muchísima gente que quiere hacer política desde un lugar diferente. Sesenta y cuatro locales abiertos, 120 distritos institucionalizados, gente con nombre y apellido que está comprometida. Alguna gente tiene experiencia política y con muchas ganas de ayudar a la gente. Si hay algo que me preocupa no es cuál es mi rol, sino que ese trabajo y ese compromiso en la provincia sea defendido y que tenga el Pro la porción que se merece.

-¿Qué es lo que tienen que defender?
-Si a los nuevos que queremos hacer llegar a la política se los tiramos a los leones de la política tradicional, se los van a fagocitar y no va a quedar ninguno vivo. Y un cierre de listas supone conflictos de intereses. Todos los sectores van a querer que lleguen los propios. Entonces, no es que nos quieran agredir: al defender lo de ellos van en contra de lo nuestro. Tenemos que estar muy firmes para defender lo propio como corresponde a cualquier construcción política.

-Desde que Macri se inició en la política siempre existió el fantasma de que era el recambio del peronismo que encarnaba Duhalde. Parece confirmarse la profecía...
-Siento y espero que no. Pero para que eso no ocurra hay que defender al Pro en la provincia de Buenos Aires. La gente tiene que notar que una parte central de esto es nuevo, distinto y diferente. Francisco y Felipe tienen mucho para aportarnos, pero también Pro tiene mucho para aportar.

-¿En este caso, tener el apellido Macri le jugó en contra?
-Lo llevo con orgullo por mi viejo (se emociona). Para algunos, seguramente que haya otro Macri es incómodo, pero no para Mauricio. Nunca lo noté y siempre me dio libertad para trabajar. En ese sentido nada ha cambiado.

-Hay rumores que dicen que entre ustedes hubo una pelea fuerte y que fue el detonante de su licencia.
-No hubo ninguna pelea, ninguna discusión fuerte. Discutimos por los pasos que vienen por delante.

-¿Queda en la banquina de la pelea electoral de este año?
-La licencia no tiene que ver con eso. Más allá de eso, no he decidido si quiero o no ser candidato. No me desvela ser candidato, creo tener derecho a serlo si lo decido. Después que lo decida, lo discutiré en el partido. Lo que tiene que ocurrir es que haya un procedimiento interno en el que se elijan los candidatos de Pro para después ser los candidatos del frente. Insisto: se puede hacer política sin ser candidato. A mí me entusiasma el proyecto colectivo así que lo decidiré en estos meses.

-¿No es irónico que el peronismo disidente se acerque a Pro y eso genere disidencias internas?
-A mí me encanta la disidencia y me ha enriquecido siempre. De hecho, en el consejo bonaerense hay disidentes de Jorge Macri y los invité a ser parte de mi lista porque muchas veces la disidencia bien encarrilada enriquece. El problema es que no se puede hacer disidencia, quitándole valor al espacio. En algún punto yo los entiendo a los muchachos de Pro disidente porque es gente con experiencia política que ha sufrido traiciones en sus espacios anteriores y que tal vez en esta actitud mía de una licencia ven fantasmas que en Pro no existen. Me hubiera gustado que le dieran la oportunidad a Grindetti de llevar adelante el proceso donde todos van a tener su oportunidad en función del trabajo realizado. Tengo esa confianza en Grindetti como tengo confianza en todos los miembros del partido. Creo que el error del Pro disidente es haber planteado esto antes de verificarlo.

-¿Habrá asamblea y elecciones internas para elegir otro presidente en el Pro bonaerense?
-Para eso falta. Primero tiene que haber elecciones internas para los candidatos legislativos de este año y el año que viene tienen que renovarse las autoridades partidarias.

-Primero tienen que aceptarle la licencia...
-Sí. Estoy seguro que me la van a aceptar. Y los que no me quieren mucho la aceptarán porque no me quieren y los que me quieren la aceptarán porque es una decisión mía.

-¿No hay un desbalance entre dos peronistas y un Pro en este nuevo acuerdo electoral? ¿Pro tiene dificultades en su armado electoral a nivel nacional?
-¿Por qué plantear que los fuimos a buscar y no que nos buscaron ellos?. Lo que hay que esperar son los cierres y qué rol y participación tiene Pro en lo que se viene. La foto (de Macri, Solá y De Narváez) a mí no me dice cómo va a ser el cierre electoral.

-¿No prevé que la cabeza de la lista bonaerense va a ser de un justicialista, de Solá o De Narvaéz y no de un Pro?
-Hasta ahora, y lo he hecho en nombre propio, Pro ha tenido la generosidad de ceder los lugares más rutilantes de las listas a cambio de consolidar una construcción política. porción de diputados provinciales

-¿Alguien puede imponer que si usted va en una lista electoral entonces no se hace la alianza política?
-Ah... no sé. Si alguien va a imponer eso sería muy pequeño como argumento. Creo que se puede hacer política sin tener un cargo, sobre todo cuando uno ha logrado cierto reconocimiento de las instancias políticas y de la gente. Margarita Stolbizer hace tiempo que no es diputada y tiene un rol muy importante en la provincia de Buenos Aires.

-No sé si es la mejor comparación. Usted trabajó para acercar al peronismo bonaerense a Macri y se queda afuera de ese armado. Casi al revés que Stolbizer.
-Ella lidera un espacio. No un partido. Yo voy a seguir haciendo política.

-¿Dentro del Pro o por afuera?
-Mi objetivo es hacer política en el Pro y por eso estoy preocupado por hacer política en el Pro. No me imagino otra cosa. Tendría que pasar algo muy dramático para hacer otra cosa. Apuesto a eso, tengo mi esfuerzo y mi esperanza. Uno puede ir recorriendo los distritos, ayudando a organizarse.

-Hay sectores de Pro que creen que su salida es funcional al juego electoral del kirchnerismo.
-Estoy convencido de que quienes estamos en este espacio le queremos ganar a Kirchner. Vamos a generar el armado más exitoso posible para lograr ese objetivo. Si es necesario tener que estar en una boleta para ganarle a Kirchner, que es lo que nos moviliza para lograr un equilibrio en la República, estaré en una boleta.

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